Daniel Sanchez: ‘La televisión es dictatorial y nos quita el privilegio de la imaginación’

Daniel Sánchez - Es locutor y director de radio Panamericana, donde trabaja hace 39 años. Comenzó su carrera en Oruro a los 14 años y a los 15 ya leía noticias y actuaba en radionovelas.

— ¿Cómo hizo para que la radio sea su profesión?

— Es una vocación que uno tiene y  lleva adentro. Hice televisión, pero ese medio es cíclico y la radio es la base, la radio tiene muchas particularidades y por eso no desapareció, pese a la televisión e internet.

— Usted dijo que siempre soñó con ser radialista. ¿Qué siente al ver su sueño hecho realidad?

— Yo hago lo que siempre me gustó: la comunicación y conducir una emisora como ésta, que es una gran responsabilidad. Yo me siento como si fuera el primer día, con ese entusiasmo y esa desesperación por entrar a la cabina.

—Al principio de su carrera, ¿tuvo apoyo de su familia?

— Ellos creían que era un pasatiempo, pero yo tenía una pasión por esta profesión, porque era la radio a toda hora para mí. En casa siempre simulaba ser locutor. Para ensayar, tomaba una regla pensando que era un micrófono.

— ¿En cuántas emisoras trabajó antes de establecerse en radio Panamericana?

— No en muchas, en Panamericana estoy 40 años. Trabajé en Nueva América, Mercurio en Oruro, Nueva Cochabamba en Cochabamba, Splendid acá y... no son muchas.

— ¿No pensó en retirarse?

— Uno piensa en la posibilidad y creo que es mejor retirarse antes de que a uno lo retiren, pero no hay normas precisas sobre ello.

— ¿No le tentó la televisión?

— Hice televisión, pero hacer radio es mi vocación, es algo que uno tiene y  lleva adentro.

— ¿Qué opina de la televisión?

— La televisión es dictatorial y nos quita el privilegio de la imaginación. Por ejemplo, cuando Ciruelito (un personaje infantil radial que luego apareció como marioneta) salió en televisión,  desapareció rápido porque los niños se lo imaginaban de una manera y llamaban llorando diciendo que ése no era Ciruelito.

— ¿Y la radio?

— La radio es cruel, en el sentido de la evaluación, porque una voz no sólo debe ser buena; debe tener elementos de dicción y buena aceptación. Cuando se hace televisión uno se distrae con otras cosas y no ponemos atención en lo que se dice, en cambio en radio, o luce bien o no luce. Son pocos los que pueden hacer radio de los que hacen televisión.

— ¿Cómo es usted en el trabajo?

— Yo soy muy autocrítico, yo recurro a la grabadorita, me escucho y a veces me digo: ‘estoy un desastre y nadie me dice nada, mi locución está muerta’. Todas las veces estoy sobre eso y , a veces, he tenido intercambio de ideas con mis grabadoras tratando de corregir mis errores.

— ¿Qué tiene la radio que  la televisión no ofrece?

— El horario que yo llamo bastión es el de la mañana y, por mucho que la televisión haga esfuerzos ponderables, los hábitos no se pueden cambiar del todo y uno no puede llevarse el televisor a la ducha o al auto. Ese horario es de la radio, que es instantánea y más ágil.

— ¿No pensó en alejarse de Panamericana?

— Yo estoy en Panamericana al 100% y mi familia lo entendió así. Cuando desarrollamos el sueño de radio Estelar, yo no podía dirigirla por ética, pero encontré en mi hijo a la persona que maneja la emisora y que permitió que yo conserve mi ética.

— ¿Qué significa Panamericana para usted?

— Es un compromiso con el país y, hoy por hoy, Panamericana es un patrimonio del pueblo.// La Razón

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