Cuatro de cada 10 hogares fueron víctimas de al menos un delito el año pasado

Cuatro de cada 10 hogares fueron víctimas de al menos un delito el año pasado, según una encuesta del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana realizado en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y El Alto. La Paz presenta los más bajos niveles de victimización y Santa Cruz es la ciudad con más hogares multivictimizados.

Los delitos registrados son el robo, hurto, robo de vehículos, robo de autopartes, el robo en vivienda y la violencia. “Los resultados de la encuesta revelan altos niveles de victimización en las cuatro ciudades, pero los mayores se presentan en Cochabamba, donde más de 5 hogares de cada 10 han pasado por la experiencia de un delito o un hecho de violencia”, dice el estudio. En la ciudad de El Alto estos casos afectaron a un poco menos de 5 de cada diez hogares.

Delincuencia en BoliviaEl sociólogo Juan Mollericona, coordinador del Observatorio, explicó que como instancia técnica del Viceministerio de Seguridad Ciudadana su tarea es compilar datos y generar información desde una perspectiva de neutralidad.

Por eso la “Primera encuesta de victimización, prácticas y percepción sobre violencia y delito en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz” muestra, a enero de 2012, un perfil cuantitativo de la comisión de delitos. Hasta este trabajo sólo la Policía Nacional emitía estos informes, aunque con deficiencias en su construcción como la falta de homogeneización de datos.

El robo y el hurto son proporcionalmente mayores en Cochabamba y El Alto. Santa Cruz es la ciudad con mayor nivel de robo en viviendas. El Alto ocupa el primer lugar de violencia contra las personas, y La Paz presenta el nivel de victimización más bajo del conjunto.

En esta encuesta se considera como una “cifra negra” el dato revelador de que existe un 85% de hechos delictivos no reportados ante las autoridades, mientras que el 57% de los hogares victimizados pertenecen al estrato socioeconómico bajo.

El estudio contiene un reporte acerca del perfil de las víctimas y de los agresores, así como las circunstancias de los hechos delictivos, la percepción de la inseguridad y el temor a la victimización, y las prácticas de protección ante el delito y la violencia.// PIEB

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